La gripe porcina es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por el virus de tipo A. Provoca brotes comunes de gripe entre estos animales. Las tasas de mortalidad son bajas. El virus de la gripe porcina clásico (virus de la influenza H1N1 tipo A) fue aislado por primera vez de un cerdo en 1930. Lo raro es que el virus de gripe porcina no infectaban usualmente a los humanos.
Se habían registrado casos ocasionales, comúnmente entre gente que tiene contacto directo con cerdos infectados, como los trabajadores de granjas y de campos.

Como la clásica presentación clínica de la gripe porcina en humanos se parece a la gripe común (fiebre, tos, cefaleas…) y otras infecciones agudas del tracto respiratorio, la mayoría de los casos han sido detectados por casualidad, mediante el sistema de vigilancia de la gripe común.

Los casos leves o asintomáticos pueden haber escapado a la detección, de modo que se desconoce el alcance real de esta enfermedad entre humanos. Hasta el momento no se ha encontrado ningún cerdo enfermo con la cepa y como el virus también tiene componentes aviarios y humanos es que los especialistas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) proponen cambiar su nombre a “gripe norteamericana” por su origen geográfico, esto sería lo más correcto.

	En primer lugar, lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón. Es importante, también, evitar el contacto físico con personas u objetos que previsiblemente estén infectadas.

	Procurar no ir a lugares muy concurridos y se recomienda usar mascarillas o cubrirse la boca y nariz con un pañuelo cuando se tenga tos o se estornude en las zonas donde se hayan detectado casos de dicho virus.

	No se recomiendan las aglomeraciones públicas.

	No saludar con la mano, ni beso.

	No compartir el mate.

	Higienizar bien los utensilios de alimentación.